miércoles, 13 de febrero de 2013

Una historia de esperanza ante la crisis



La crisis en Europa golpea y mucho. La imaginación, creatividad y el trabajo duro son los ingredientes fundamentales para tener una calidad de vida digna.
Encontré esta historia en un blo imperdible del diario El País de Madrid



Cómo vivir (y comer) bien con muy poco dinero
Por: Mikel López Iturriaga




Stefania Rossini, su marido y sus tres hijos viven (descontando alquileres y otros gastos fijos, como los suministros) con solo cinco euros al día. “Pues vaya cosa”, diréis. “¿Cuántas familias viven ahora mismo en España con cinco euros (o menos) al día? Las cosas están fatal, bla bla bla...”. Cierto, pero hay una diferencia: Stefania no se considera una víctima de la crisis, sino de una sociedad (la italiana) que hace casi imposible la conciliación laboral con la vida personal.
Cuando su padre, que se encargaba de cuidar a sus tres hijos mientras ella trabajaba, falleció, se dio cuenta de que su trabajo le acabaría obligando a contratar a alguien para cuidar de sus pequeños. Después de hacer cuentas (y descubrir que no le permitían trabajar a media jornada) decidió dejar su trabajo para convertirse en ama de casa, con lo que la familia al completo pasaría a contar solo con el sueldo del padre, obrero metalúrgico. Y ahí empezó el estilo de vida low cost que le ha llevado a la fama gracias a su blog Natural-mente-stefy. El libro derivado del mismo, Vivir 5 personas con 5 euros al día, ha sido un exitazo en Italia, y ahora se acaba de publicar en España.
Aunque la cosa huela ligeramente a new age y Stefy, a gurú de la vida sencilla, no deja de tener razón en algunas cosas: una, reciclar es bueno para la economía familiar y para el medio ambiente; y dos, las cosas hechas en casa suelen ser más baratas y mejores que las que se han hecho mediante procesos industriales. Y sin llegar al extremo de apuntarme a su plan de utilizar “un vasito de vinagre en lugar de suavizante en la lavadora” (tampoco veo mucho la diferencia de precio, y no me atrae la idea de ir por el mundo oliendo a ensalada), es difícil no dejarse seducir por algunas de sus ideas para hacer manualidades divertidas con objetos reciclados y no alucinar con el partido que les saca a algunas cosas con su filosofía de “aquí no se tira nada”. Por ejemplo, con un poco de soja y unos limones (coste total, 2,5 euros, un café y un curasán en casi cualquier bar español) fabrica tofu casero, unas galletas, un té y detergente: chúpate esa.
Con su pasión por el ganchillo tal vez me siento un poco menos identificado, pero todo se andará. Tampoco me veo haciéndome un tónico facial de naranja, pero vamos, que no hace falta que estemos de acuerdo en todo para que -glups- me pueda tomar un kéfir con galletas de arroz siguiendo sus enseñanzas.
Es cierto que para optimizar sus ingresos Stefania y su familia se mudaron a vivir al campo, donde cultiva gran parte de las verduras y hierbas aromáticas que consumen, además de tener algunas gallinas y patos que les proporcionan huevos, que no carne ya que son vegetarianos–. Pero ella asegura que un 90% de lo que propone en el libro se puede llevar a cabo sin problemas en un piso con terraza. Y si lo que te preocupa es la falta de tiempo, tampoco es excusa: con una inversión de unas tres horas semanales se pueden cubrir parte de las necesidades humanas mediante autoabastecimiento.
La organización es básica para vivir la vida de bajo coste y no morir en el intento: hacer la leche de soja, el arroz o el pan una vez a la semana y congelarlos (el pan casero aguanta mucho mejor ese proceso que las baguettes precocinadas del súper) es uno de sus trucos. ¿Y para las cosas que no se pueden fabricar, como el material escolar o la ropa? Pues hasta eso tiene una solución en la que el dinero no participa: un sistema milenario llamado trueque, a través del cual Stefani cambia los bolis y carpetas que usa su prole por la bisutería de ganchillo que ella misma teje.
Y para que empecéis a autoabasteceros los desayunos y las meriendas, ahí va una receta de galletas sencillas y con muy buena pinta sacada del blog de Stefania, cuyo coste total debe rondar los dos euros (ella pone 1,5 pero no lo tengo yo muy claro...).


http://blogs.elpais.com/el-comidista/2013/02/como-vivir-y-comer-bien-con-muy-poco-dinero.html

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